Menasalbas ha celebrado su fiesta más emblemática: La Encamisada. Una tradición centenaria que combina elementos religiosos y militares en una celebración que busca ser de interés turístico regional.
La Encamisada, que se celebra en Menasalbas en torno a la festividad de la Candelaria en honor a la Virgen de la Salud, es una fiesta en la que el fuego es el elemento purificador, con hogueras, velas y luminarias que permiten «sanar el pecado a los vecinos a modo de tradición».
La Encamisada cuenta con diversos elementos tradicionales, como los mayordomos, que, asistidos por los lacayos, recorren las calles del pueblo a caballo y alumbrados por las antorchas. El cortejo está encabezado por el ‘montante’, quien ostenta una espada como símbolo de autoridad.
La fiesta comienza la tarde del viernes con la preparación de tres grandes hogueras que marcan el recorrido de la Encamisada. Al anochecer, los mayordomos se reúnen en la Casa del Montante, donde los lacayos encienden sus antorchas. Tras la visita a la hoguera de la ermita, el pueblo sigue a los mayordomos en procesión hasta la iglesia parroquial, donde se rinden honores a la Virgen. La noche continúa con un baile que marca el inicio de esta importante celebración.
El sábado por la mañana, los mayordomos se reúnen de nuevo para recoger a las autoridades y acudir a la misa, donde los padres presentan a la Virgen a los niños nacidos durante el año. Tras la misa, se organiza una procesión para devolver la imagen a su ermita. De vuelta a la plaza, tiene lugar el baile de la bandera, en el que los encamisados y lacayos exhiben sus habilidades.
Por la tarde, se organiza una carrera de cintas a caballo en la que participan los mayordomos. Al finalizar esta carrera, se da por finalizada la fiesta.
Orígenes históricos de la Encamisada
La historia de Menasalbas se remonta al siglo XII, y aunque no se dispone de información detallada sobre cómo se celebraba La Encamisada en esa época, se puede inferir que ya era una parte importante de la vida social y religiosa de la comunidad. La Encamisada es un evento complejo que involucra a diversos personajes, cada uno desempeñando un papel crucial en el desarrollo de la festividad. Entre ellos destacan los mayordomos, los líderes de la procesión, el Montante, el líder de la procesión con la espada desenvainada y los lacayos, que asisten a los mayordomos.
La Encamisada, como muchas festividades religiosas, tiene sus raíces en la devoción a la Virgen de la Salud. La celebración es una forma de agradecerle su protección y de pedir su intercesión. Además, la fiesta sirve como un punto de encuentro para la comunidad, fortaleciendo los lazos sociales y preservando las tradiciones locales. La Encamisada tiene un impacto positivo en Menasalbas y sus alrededores, generando riqueza, promoviendo el desarrollo local y ayudando a combatir la despoblación. Además, la festividad se ha convertido en un atractivo turístico que atrae a visitantes de otras regiones, contribuyendo a la economía local y a la difusión de la cultura de Menasalbas.
La Encamisada se sigue celebrando con fervor en Menasalbas. Las calles se iluminan con hogueras, velas y luminarias, creando una atmósfera mágica que evoca la tradición y la historia. La participación de la comunidad es fundamental para mantener viva esta festividad, que se transmite de generación en generación como un legado cultural invaluable. Aunque La Encamisada de Menasalbas es única en su forma, comparte algunas similitudes con otras festividades que se celebran en España y en otros países. Sin embargo, la combinación de elementos religiosos y militares, junto con el singular recorrido ecuestre, el «baile de la bandera» y la «cogida de cintas a caballo», hacen de La Encamisada una festividad inigualable.