La Puerta de Bisagra, también conocida como Puerta Nueva de Bisagra, se alza como una imponente entrada en la muralla norte de la ciudad de Toledo. Su origen es objeto de debate entre los expertos, quienes lo sitúan entre la época árabe y la mudéjar. Lo cierto es que en el siglo XVI la puerta se encontraba en un estado ruinoso que requirió una reforma integral.
El aspecto actual de la Puerta de Bisagra es fruto de esta reforma del siglo XVI, en la que participaron destacados arquitectos y maestros de obras como Nicolás de Vergara el Viejo y su hijo, Juan de Benavides, Eugenio Sánchez, Hernán González de Lara y, el más reconocido de todos, Alonso de Covarrubias. Covarrubias fue el responsable del diseño general del cuerpo exterior, transformándolo en un majestuoso arco de triunfo que se convirtió en símbolo de la ciudad. Las obras concluyeron en 1576.
La puerta se compone de dos cuerpos independientes unidos por altos muros almenados. Entre ambos cuerpos se forma un patio que alberga una estatua de Carlos V y una escultura de San Eugenio, primer obispo de Toledo.
El cuerpo exterior, construido hacia 1559, muestra la clara influencia de Covarrubias y la estética renacentista. Un arco de triunfo de medio punto con sillares almohadillados da paso al escudo de la «Ciudad Imperial», con el águila bicéfala flanqueada por las columnas «Plus Ultra». Encima del escudo, un frontón triangular rematado con acróteras y un ángel custodio. Dos grandes torreones semicirculares flanquean la puerta, decorados con una cenefa de sillares almohadillados.
El cuerpo interior, que data de 1550, se orienta hacia la ciudad. De planta cuadrada y construcción robusta, está compuesto por cuatro arcos de entrada: dos de medio punto, uno de herradura y otro doble con rastrillo. En su cara norte, dos esbeltas torres cuadradas con chapiteles cerámicos rematados con el águila de la ciudad. La fachada sur, que en su día estuvo adosada a las viviendas de la ciudad, presenta una composición simétrica con dos ventanales enrejados y un gran águila bicéfala de piedra. Las dependencias de este cuerpo sirvieron como residencia del alcaide de Toledo.
La Puerta de Bisagra se erige como un testimonio de la rica historia de Toledo, una ciudad que ha sido crisol de culturas. Su imponente arquitectura y su significado histórico la convierten en un lugar de visita obligada para quienes deseen conocer el legado monumental de la ciudad.